Con gran asistencia de público a la sevillana Casa Ybarra (sede de Sanguino Abogados), se celebró en la tarde de ayer, dentro del «Foro de iniciativas culturales» de la Fundación de Cultura Andaluza, la conferencia «La transformación de los medios de comunicación: La era digital» a cargo de Bieito Rubido, director del diario El Debate.

Presentado por Carlos Pérez-Embid, presidente de Fundeca, el periodista gallego comenzó su alocución asegurando que «vivimos en un país maravilloso, pero estamos en un momento peligroso. Hay que decirlo, somos probablemente uno de los mejores países del mundo, por la realidad, y por lo que fuimos. En los últimos años, nuestra democracia ha ido perdiendo calidad. A base de ceder a unos grupos minoritarios, se está desmontando el armazón legal y jurídico del Estado de derecho».

Rubido reflejó que la época actual, tan turbulenta y de vorágine informativa, le recuerda a la pasada gran transformación de la comunicación: la llegada de la imprenta en Maguncia. «Está ocurriendo algo parecido a cuando Gutenberg puso en marcha la imprenta y las consiguientes guerras que vinieron inmediatamente después. Supuso una capacidad enorme de propagar ideas. Algo muy parecido nos ha pasado con la era digital. Es el gran cambio de la relación de la ciudadanía con la información».

A esto hay que añadir que «la sociedad se ha polarizado a causa del algoritmo. Ese motor de búsqueda que te ofrece lo que buscas. La falta de tolerancia, las limitaciones a la libertad, la creación de realidades paralelas tienen que ver con la eclosión del mundo digital, no solo con los medios, sino con las redes sociales», matizó.

En este universo, «para los periodistas lo único que hoy es cierto es que el futuro es incierto. La crisis de la prensa es muy actual. No se puede hacer periodismo sin dinero. La obtención de fondos es prioritaria. No hay independencia informativa sin independencia financiera. En la rentabilidad está la independencia».

Sobre la figura del periodista, quiso dejar claro que «el periodismo es una tarea intelectual, pero los periodistas hemos renunciado a esa capacidad de improvisación y autonomía. Una redacción que funciona como una oficina y donde el redactor solo espera la tarea que le encomienda un superior, fracasa en su vinculación con los lectores. La actualidad es caótica, y no estamos gestionándola adecuadamente. Nunca sabemos cuándo se va a morir un Papa. O cuando la naturaleza va a descargar toda su furia como en la DANA, porque a pesar de la información, desconocíamos las consecuencias».

Para Rubido, hay demasiada militancia en el periodismo actual: «Hoy el periodista es un tipo que milita, el periodismo ha dejado de ejercerse desde la libertad para ejercerse desde la militancia. Yo no creo en la objetividad, somos subjetivos porque somos sujetos, pero no se puede hacer periodismo desde la militancia».