Gran afluencia a la conferencia de Pep Borrell sobre el matrimonio
Con la presencia de más de 200 personas, el pasado viernes 26 de mayo se celebró una nueva sesión del Foro de Iniciativas Culturales de la Fundación de Cultura Andaluza. En esta ocasión se contó con la presencia de Pep Borrell, médico odontólogo y padre de cinco hijos, quien ofreció una conferencia basada en su libro Bailar en la cocina: El secreto de los matrimonios que disfrutan.
El acto, que se llevó a cabo en la sede sevillana de la Fundación Caja Rural del Sur, comenzó con la presentación del ponente por parte de Blanca Merck, responsable de Programas Culturales de la Fundación de Cultura Andaluza. Como bien afirmaba, «definir a Pep es muy sencillo, él mismo lo deja claro en sus redes sociales: católico, marido de Mercè, padre de 5 hijos, abuelo de 3 nietos, médico-odontólogo, en este orden. Prepárense a divertirse y aprender mucho sobre el matrimonio con él».
Borrell comenzó su alocución indicando «los cuatro bloques en los que se basa mi libro y esta misma conferencia: primero, recordar el día de nuestra boda, los que estamos casados (el escrutinio, el consentimiento); segundo, antropología de andar por casa: sentimiento, razón (inteligencia, voluntad); tercero, fases del amor: atracción, enamoramiento, voluntad de amar; y cuarto: placer, felicidad, alegría, qué hemos de evitar y qué hemos de promover para disfrutar y ser matrimonios alegres».
Sobre el primer bloque, Pep Borrell afirmó que «yo llevo 35 años casado. No podemos olvidar que hablamos del contrato más importante de nuestras vidas. El día de la boda dejamos claro y ante mucho público que vamos a querer a la otra persona por encima de todo y para toda la vida. Y creemos firmemente que el amor lo puede todo, con la ayuda de Dios. Por eso me sigo emocionando cuando veo a parejas de personas mayores, con más de 50 o 60 años de casados, que se cogen la mano en una cafetería mientras charlan o cuidan a sus nietos».
Sobre el segundo punto, el conferenciante dejó claro que «debemos preocuparnos por las emociones y las pasiones, claro que sí. Pero siempre con un equilibrio entre lo que pensamos y lo que hacemos, y cómo actuamos. El amor es sentimiento pero con una base sólida de inteligencia y voluntad. Por eso la adolescencia está plagada de vaivenes y confusiones respecto al amor. Un adulto se forma en torno a los 20 años, cuando consigue ese equilibrio entre sentir, pensar y actuar adecuadamente».
En el tercer bloque, Borrell abundó en las clásicas fases del amor, «que navegan desde la atracción al enamoramiento y finalmente al propio amor. En este aspecto me encanta diferenciar cómo la mujer se fija en muchísimas cosas cuando se enamora, mientras que el hombre apenas se entretiene en dos o tres. El enamoramiento también conlleva pensamiento, además de sentimiento. Voluntad de amor, querer querer, como dijo aquel».
Por último, el autor de Bailar en la cocina: El secreto de los matrimonios que disfrutan se detuvo en términos como el placer, que «por supuesto es bueno y necesario, pero que tiene dos problemas: dura poco y en exceso o fuera de lugar es negativo. Hay muchas parejas que han creído que el placer era suficiente durante el noviazgo para asentar su amor, pero después han comprobado que apenas se conocían y han fracasado en su matrimonio». Por su parte, «la felicidad es seguir deseando lo que ya se tiene. Y la alegría es un sentimiento superpotente que debe notarse de dentro hacia afuera, en el propio rostro. En el caso de los matrimonios, debemos trabajar mucho para ser alegres y conseguir así que nuestros hijos deseen ser como sus padres».