Inauguración de la exposición “SOBREVIVIR A PICASSO, la mirada múltiple. (ZIG-ZAG)”
Con numerosa presencia de público, el pasado sábado 1 de abril la sala David Puentes de la Fundación de Cultura Andaluza acogió la inauguración de la exposición “SOBREVIVIR A PICASSO, la mirada múltiple. (ZIG-ZAG)”. Esta nueva muestra, que forma parte de los numerosos actos organizados con motivo del 50 aniversario del fallecimiento de Pablo Picasso, puede visitarse hasta el viernes 21 de abril en horario de lunes a viernes de 18:00 a 21:00 horas.
Coordinada por la comisaria y responsable de la sala, Marta López, la exposición está compuesta de una treintena de piezas, entre obras de pared, esculturas e instalaciones. Sus participantes son antiguos alumnos de Bellas Artes de la promoción de 1988: Ana de la Puerta, Andrés Mérida, Ángeles Parrilla, Ardea Cinerea, Ati Bernal, Auxi Villafuerte, Beatriz Payán, Bosco Valverde, Carmen Oliveira, Carmen Palop, Chus Mendoza, Gonzalo Llanes, Inma Hoyo, José Carlos Roldán, Juan Charro, Kike Morán, Lolo Pavón, Loreto Fernández, Magdalena Villalba, Manuel Pérez Báñez, Margarita Vázquez, Marisol Ramos, Marmi de la Prada, Marta López Navarro, Nani Huici, Pepe Pastor, Rafa Ruiz, Rocío González, Rocío Viguera, Rosa de Trías, Sabino y Sierra Muñoz.
Manuel Pérez Báñez
Esta muestra expositiva que lleva el ambicioso título de “Sobrevivir a Picasso. La mirada múltiple” es, en verdad, un palimpsesto de intenciones, miradas y casualidades. Por un lado está el protagonista de la exposición que evidentemente, no es otro que Pablo Picasso, de quien hoy precisamente, 8 de abril, se conmemora el 50 aniversario de su fallecimiento con distintos actos y exposiciones en galerías y museos de todo el mundo. De hecho, en esta misma sala y estos últimos meses se han ido sucediendo distintas exposiciones colectivas que, bajo el título el título genérico de “Pablo Influencer”, han rendido tributo al genio malagueño. Sin embargo, esta muestra, también colectiva, tiene otros matices que la hacen algo diferente a las predecesoras ya que los y las artistas presentes en esta exposición no son otros que un grupo de grandes colegas que tuvieron en suerte coincidir estudiando en la Facultad de Bellas Artes de la capital hispalense, trabándose con los años una gran y sólida amistad entre todos y todas, a pesar de los avatares de la vida y la dispersión geográfica. En concreto, todos los participantes se licenciaron allá por 1988 y que nuevamente, tras muchos años después de la anterior exposición en este mismo espacio realizada por integrantes de esta promoción de Bellas Artes, gracias al ofrecimiento, empeño y tesón de Marta López Navarro, tienen grata acogida en la Sala David Puentes a través de esta colectiva tan especial.
A esto hay que sumar otra mirada más, el concepto “zig zag” que en principio se propuso como formato expositivo pero que ha sido interpretado de forma muy personal y libre por los/as artistas participantes, unas veces de forma explícita como “Tabernáculo” la sugerente y delicada pieza en forma de cuaderno japonés de Rosa de Trías con guiños al periodo azul de Picasso “Trastorno de despersonalización por sobreexposición a Picasso” la caleidoscópica -e irónica- pieza con módulos de espejos a modo de tocador de Magdalena Villalba y en otras, de forma algo más testimonial o plástica pero no por ello menos sugerente o atractiva. Es por tanto y en conjunto, una exposición que bajo el pretexto picassiano ha servido de reencuentro, arte y camaradería a sus participantes, sintonía que contagia esta muestra artística desde el mismo día de su inauguración. Porque arte hay y muy bueno en esta exposición. A Picasso se le ha interpretado desde distintas visiones e incluso perversiones, por qué no reconocerlo. Es obvio que sería imposible hacer una descripción o semblante de todas y cada una de las obras expuestas, por lo que necesariamente esta crónica es solo una aproximación. Podemos decir que, desde el punto de vista técnico, se han tocado todos los palos: desde la pintura, el dibujo, el grabado, la fotografía, el collage, el arte textil, el diseño gráfico , la instalación o la escultura.
Una personalidad tan poliédrica y universal como Picasso con sus luces y sus sombras, evidentemente admite desde este siglo XXI mil y una lecturas e interpretaciones desde la sincera admiración hacia el genio malagueño en piezas como el emotivo lienzo “Papá Picasso” la obra de nuestro añorado, malogrado y gran artista Lolo Pavón -que ha sido también escogida muy acertadamente para ilustrar el cartel de esta exposición- hasta lecturas algo más críticas y menos referenciales que hacen hincapié no tanto en su gran e incuestionable legado artístico sino en su relación un tanto más cuestionable o “depredadora” con las distintas mujeres que formaron parte de su vida así como en ciertos aspectos no muy conocidos de su “desleal” relación con otros artistas coetáneos como Braque o Matisse que, con distintos planteamientos estéticos, podemos vislumbrar en algunas piezas como “Killer Picasso” o “Mujeres de Picasso, 2023” . En otros trabajos podemos apreciar pequeños guiños o tributos a motivos recurrentes de algunas de sus obras, tales como las cabras en las obras que presentan Sabino o Jesús Mendoza o ya por concluir esta reseña, la impresionante escultura tributo a las guitarras cubistas picassianas, de la mano de Juan Charro que en sus detalles esconde asimismo algunos secretos y guiños a nuestra promoción del 88.
En definitiva, 33 participantes y sendas lecturas muy personales en “Sobrevivir a Picasso. La mirada múltiple”, entre ellos no pocos nombres con cierta y reconocida trayectoria artística a sus espaldas, aunque otro tanto se dedica en la actualidad a distintas facetas profesionales, desde la industria audiovisual, la restauración artística o la docente, entre otras tantas, pero que no ha sido óbice o impedimento para responder con una obra de altura al reto de esta convocatoria, sino todo lo contrario: ha sido una motivación muy especial esta exposición. Es, por tanto, una muestra que no dejará indiferente al visitante por la frescura, versatilidad y libertad creativa con la que se le ha rendido tributo al universal artista malagueño. La muestra estará abierta en la mencionada Sala David Puentes hasta el próximo 21 de abril.
Juan Charro
La Exposición “SOBREVIVIR A PICASSO. La mirada múltiple. Zig-Zag”, que celebramos en la sala “David Puentes” de la Fundación de Cultura Andaluza, aglutina obras artísticas que, como su título indica, abordan la figura de Picasso desde muchos puntos de vista, tantos como artistas participan en ella.
Lo curioso es que en este momento de la Historia del Arte en que moramos, no cabe duda que son el eclecticismo y la multiplicidad los patrones que imperan. Andrés Mérida, uno de los artistas participantes, sin duda amante de la obra de Picasso, me dijo un día, refiriéndose al artista malagueño: “tiene muchas puertas”; y esa multiplicidad es la realidad que yo creo, pues Picasso también fue así, a lo largo de toda su vida.
Pero esta exposición no se queda en una simple semblanza de la obra del genio, pues todas y cada una de las piezas que se exponen son el homenaje que cada uno de los participantes le hace desde su propia personalidad y estilo. Ante la contemplación de estas obras, en ningún caso podemos dudar que estuvieran hechas por su propia mano. Esta realidad es fruto de la madurez de los artistas participantes, casi todos ellos curtidos por muchos años de experiencia artística.
Este grupo de artistas expone de manera conjunta ya por sexta vez, la segunda en la Sala de Exposiciones de FUNDECA. La unión que existe en un grupo tan variopinto es la amistad y el amor al Arte, expresión que muchas veces se utiliza en tono peyorativo, pero que para nosotros es un hilo conductor, basado en el conocimiento y el respeto por la pluralidad. Es de agradecer a Marta López Navarro, “curator” de esta exposición, el buen gusto por la idea y por la colección.
La Fundación de Cultura Andaluza es un lugar muy a propósito para realizar esta exposición pues Pablo Picasso, del que este abril se cumple el cincuentenario de su fallecimiento, era un andaluz luminoso, de los que la cultura deja entrever a muy pocos, que presumía de ser de Málaga y que estaba enamorado de esta tierra y del Flamenco.
Puedo decir, por mi experiencia, que las obras que se presentan son panoplia de todos los estilos artísticos y tipos de obra plástica contemporánea que, por su calidad y variedad, seguro resultará atractiva para el espectador que quiera visitarla.